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viernes, 28 de agosto de 2015

¿Por qué somos más inteligentes que las ranas?

El tamaño del cerebro y su complejidad varía enormemente entre los vertebrados, pero no está claro cómo surgieron estas diferencias.

Benjamin Blencowe, profesor del Centro Donnelly de la Universidad de Toronto (Canadá), y su equipo han descubierto cómo un pequeño cambio en una proteína llamada PTBP1 puede estimular la creación de neuronas y determinar la evolución del cerebro de los mamíferos, hasta haberse convertido en los más grandes y más complejos entre los vertebrados. El artículo se publica en la revista Science.

Los seres humanos y las ranas, por ejemplo, han evolucionado por separado durante 350 millones de años y tienen habilidades cerebrales muy diferentes. Sin embargo, los científicos han demostrado que utilizan un repertorio de genes notablemente similares para construir órganos en el cuerpo.

Entonces, ¿cómo un número similar de genes, que se conecta o desconecta de manera similar en diversas especies de vertebrados, genera órganos con tamaños y complejidad tan diversa?

La clave radica, según el grupo de expertos, en el proceso conocido como empalme alternativo (AS, por sus siglas en inglés), por el que los productos génicos se ensamblan en proteínas, que son los componentes básicos de la vida.

Durante el AS, los fragmentos de genes –llamado exones– se entremezclan para crear diferentes formas de proteínas. Es como un LEGO, donde pueden faltar algunos fragmentos en la forma final de la proteína.

El AS permite a las células generar más de una proteína a partir de un único gen, de modo que el número total de proteínas diferentes en una célula supera en gran medida el número de genes disponibles. La capacidad de una célula para regular la diversidad de proteínas en un momento dado refleja su capacidad de asumir diferentes roles en el cuerpo.

Un trabajo previo de Blencowe y su equipo mostró que la prevalencia de AS aumenta con la complejidad de los vertebrados. Por lo tanto, aunque los genes en los cuerpos de los vertebrados pueden ser similares, las proteínas son mucho más diversas en animales como mamíferos, que en aves y ranas. Además, en ninguna parte el AS está tan extendido como en el cerebro.

"Queríamos ver si AS podía transferir diferencias morfológicas en el cerebro de las diferentes especies de vertebrados", dice Serge Gueroussov, estudiante graduado en el laboratorio de Blencowe y autor principal del estudio.

Gueroussov ayudó previamente a identificar PTBP1 como una proteína que toma una forma distinta en los mamíferos, además de ser común a todos los vertebrados. Esta segunda forma de PTBP1 de los mamíferos es más corta.

El científico mostró que en las células de los mamíferos, la presencia de la versión más corta de PTBP1 desencadena una cascada de eventos AS, inclinando la balanza del equilibrio proteico de modo que una célula se convierte en una neurona.

Además, cuando Gueroussov diseñó células de pollo con la versión corta de la proteína PTBP1, desencadenó eventos AS propios de los mamíferos.

"Una implicación interesante de nuestro trabajo es que este cambio en particular entre las dos versiones de PTBP1 podría haber afectado al tiempo en el que las neuronas se generan en el embrión, de manera que se crean diferencias en la complejidad morfológica y en el tamaño del cerebro", concluye Blencowe.

BIOCIENCIA | Células madre 'Minicerebros' creados en el laboratorio

Investigadores del Instituto de Biotecnología Molecular de Viena, Austria, han conseguido lo que parece ciencia ficcción: cerebros de laboratorio. En realidad, son estructuras de sólo unos cuatro milímetros pero que reproducen la estructura de un cerebro humano. La 'creación' ha sido posible a la tecnología con células madre embrionarias y células iPS y, según los expertos, ayudará a analizar cómo se desarrolla este órgano en el útero materno y posiblemente a comprender mejor ciertos problemas neurológicos.

Los resultados, publicados en la revista 'Nature', vienen a suponer un paso más en la ingeniería de tejidos que en los últimos meses ha conseguido éxitos importantes como la creación en el laboratorio de órganos tan importantes como el hígado, la vejiga o el riñón.

Lo que han logrado los investigadores austriacos es crear un medio de cultivo que recree las condiciones en las que las células madre embrionarias se encuentran en en el útero materno, donde son capaces de transformarse en células especializadas para formar un cerebro. Con ese gel de cultivo y, tras colocarlas en un bioreactor, las células fueron capaces de organizarse y formar esferas que llegaron a medir a los dos meses entre tres y cuatro milímetros de diámetro, lo que representa un estadio similar al desarrollo cerebral de un embrión de nueve semanas.

"Los 'organoides' cerebrales muestran regiones discretas que recuerdan diferentes áreas del cerebro humano en un desarrollo inicial", explica Madeline Lancaster, primera autora del estudio. Estas regiones incluyen las capas neuronales de la corteza cerebral y el hipocampo, donde reside la capacidad de aprendizaje. Además, las pruebas realizadas en el laboratorio demuestran que estos minicrebros son funcionales.

Estos 'minicerebros' han sobrevivido durante casi un año, pero no han crecido más. La razón de que su tamaño no progrese es la falta de aporte sanguíneo, nutrientes y oxígeno, ya que no hay un sistema venoso que los transporte hasta el interior de estas estructuras.

Una de las principales utilidades de estas 'herramientas' celulares es su uso como modelo de estudio para analizar problemas como la esquizofrenia o el autismo que, aunque se suelen diagnosticar cuando la persona es joven (o en la niñez en el caso del autismo) su alteración se produce en el desarrollo embrionario.

Además, estos investigadores han dado un paso más para confirmar que los 'minicerebros' son funcionales y útiles para la investigación de enfermedades. Este paso lo dieron con la ayuda de neurólogos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y consistió en desarrollar 'minicerebros' con una patología. Para ello, utilizaron células iPS, o reprogramadas, procedentes de la piel de personas con microcefalia (un trastorno que genera un cerebro con un tamaño más pequeño de lo normal).

Lo que comprobaron es que estas células se convirtieron en neuronas que se especializaron demasiado pronto, es decir, los cerebros no se desarrollaron lo suficiente antes de esa especialización y su tamaño fue menor del que tenían los otros mini-cerebros, algo lógico ya que se trataban de personas con ese problema.

Zameel Cader, un neurólogo en el Hospital John Radcliffe, en Oxford (Reino Unido) ha declarado que se trata de "una investigación fascinante que amplía las posibilidades de la tecnología con células madre para comprender el desarrollo del cerebro, los mecanismos de las enfermedades y descubrir terapias".

Algo más excéptico se muestra Dean Burnnett, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Cardiff, quien señala que "el cerebro humano es la cosa más compleja que conocemos en el universo, y tiene un número de conexiones e interacciones terriblemente elaboradas, ambas se dan entre sus numerosas subdivisiones y en el cuerpo en general. Decir que puedes replicar el trabajo del cerebro con un tejido en una placa de laboratorio es como inventar el primer abaco y decir que puedes utilizarlo para hacer funcionar la última versión de Windows; hay una conexión, pero hay un gran camino por recorrer hasta que se consigan aplicaciones".

Fuente: El Mundo

martes, 18 de agosto de 2015

Exitosa presentación de la Expo Eventos 2015

Exitosa presentación de la Expo Eventos 2015. Un buen marco de público se hizo presente en la tercera edición de la Expo Eventos que tuvo lugar en el Hipermercado Carrefour. Shows en vivo, desfiles, música y todo lo nuevo en cuanto a organización de eventos fueron parte de la actividad. Roberto Bliger, organizador del evento, dialogó con Canal 28 y mostró su satisfacción por la respuesta de la gente y adelantó que ya están trabajando en la próxima edición.


Quito acogerá en septiembre la Meeting Industry Conference

La capital de Ecuador, Quito, aspira a convertirse en un destino MICE competitivo en la región de Latinoamérica. A ello contribuirá la próxima celebración de la primera edición de la Meeting Industry Conference, un encuentro especializado en el turismo de reuniones que tendrá lugar el 14 de septiembre.

Este encuentro será la ocasión idónea para mostrar las bondades de la capital ecuatoriana como destino para la organización de congresos, ferias, exposiciones y viajes de incentivo. Asimismo, permitirá identificar las tendencias actuales y conocer el impacto económico de este tipo de turismo.

Durante Meeting Industry Conference, expertos internacionales impartirán conferencias respecto al panorama mundial y regional del turismo de reuniones en el contexto de la economía actual. Entre las temáticas que se abordarán figuran "Tendencias y estadísticas mundiales y regionales de la industria hotelera y del turismo", "El impacto económico en la industria del turismo de reuniones" o "Millennials, cómo promover a los nuevos consumidores".

La conferencia va dirigida a directivos y altos ejecutivos de la industria turística, dirigentes de cámaras y gremios, funcionarios del sector público, docentes y también de medios de comunicación.
Nuevo Centro de Congresos

Por otra parte, Quito contará desde finales de 2016 con un nuevo Centro Metropolitano de Convenciones, que estará situado en la terminal del antiguo Aeropuerto de Quito. Con el nombre de "Ciudad de Quito", el centro mejorará la competitividad internacional de la capital ecuatoriana en el segmento MICE, brindando una infraestructura moderna, versátil y eficiente, que permitirá posicionarla entre los principales destinos para conferencias, eventos y convenciones a nivel regional.

Esta infraestructura combinará espacios para convenciones, con una capacidad para 6.250 personas. El área total aproximada del Centro de Convenciones será de 24.000 metros cuadrados.

El segmento MICE ha experimentado un importante crecimiento, llegando a representar en la actualidad el 20% de los turistas que viajan en todo el mundo, según la Organización Mundial de Turismo (OMT).